domingo, 20 de septiembre de 2015

Amigas de mierda

No puedo entender como la misma palabra tiene significados distintos para cada persona. Como lo que para mi es "amistad" para otras es un juego. Yo me pregunto, ¿realmente que hice mal? ¿quizás nada y la culpa es vuestra? Mía por no luchar, vuestra por apartarme... Sea lo que sea, ahora somos completas desconocidas. Veo fotos, rememoro recuerdos, escucho sobre el pasado y, lo único que puedo pensar, es que es triste que hayamos acabado así.
Tres polos completamente opuestos, uno perdido hace casi dos años por algo que no fue ni mi culpa, el otro perdido a lo largo del 2015 y, a pesar de todo ello, siempre conseguíamos que funcionase. Cuando una se enfadaba, las otras tiraban de ella hasta que, y con mucha pena, me entere que era mentira, que no ayudabais una puta mierda, que lo único que hicisteis fue robarme una lo que era mío y no tenias derecho a tener, y la otra a rajar de mi cuando lo estaba pasando mal. ¿Que cojones entendeis vosotras por amistad? ¿Ir pisoteándoos a ver quien acaba con la otra primero? Lo siento pero ya hace tiempo que me canse del juego.
¿Os echo de menos? Si, todos los días, porque una hija de puta tiene "amigas" que son hijas de puta, pero guapas, a mi no me ganais a ello. Estoy harta de que seais unas falsas, tanto con los demás como conmigo. ¿Ahora vais a ir llorándoles a vuestras madres que os he llamado caraculos en mi blog? ¿Podrán ellas hacer algo? No.
Oye, no se si te acordarás (si, va a ti pequeña zorra), pero una vez tu madre llamó a la mía par hablar porque tu estabas "fatal" por lo de que te hacía la vida imposible aquellos bonitos dos meses (como me alegré cuando te quedaste sola). ¿Volverás a hacerlo? Que tu madre tenga que salvarte el puto culo porque no tienes lo que hay que tener para arreglar tu las cosas... No creo que sea tan fácil, nunca lo fue, de echo aún me acuerdo de ese 8 de noviembre del 2013 en el que casi te parto la boca, y me arrepiento de no haberlo echo, seguro que le hubiese echo un favor a muchos. "Sara... Pensé que me habías perdonado" estarás diciendo ahora, pues bien, nunca te podré perdonar, piensa en como me tuve que sentir y mas aún cuando no hiciste NADA por la que se supone que era tu mejor amiga. Si, la llaga aún sigue abierta.
¿Y tú, mi querida amiga desde la infancia? ¿Que cojones pasa contigo? A parte de que siempre quieras ser la que manda en todo. ¿Que te crees criticando a todos a tus espaldas? Oh si ya lo se, eres una celosa de mierda, no soportas ver como alguien consigue lo que tu quieres y, por eso desde aquel día en inglaterra en el que hice y tome la mejor decisión de mi vida (sabes de sobra a quién me refiero) no pudiste parar de desear que me saliese mal, empujándome a dejarle porque simplemente hubiese echo un comentario molesto o que no me hubiese dado un abrazo cuando yo quería. ¿Que se siente al saber que no lo conseguiste? ¿Que pensaría tu otra amiguita la zorra si supiese todo lo que rajabas de ella el año pasado y en tercero? Pero ya te encargas tu de que aunque se entere no se enfade, porque claro, si no ella se volvería a quedar sola ¿no?. Así funciona tu vida, te dedicas a amarrar a ti a la gente para luego aunque se enteren de como eres no podrían irse porque no tendrían con quién.
Bien, ahora que están las cartas sobre la mesa, ¿quien tiene queir a hablar primero con quien? Os invito a quedar un día en casa o en donde sea y decirnos las cosas a la cara, dejarnos de gilipolleces y mostrarnos como las tres hijas de putas que somos. Será muy divertido hacerlo, realmente me lo pasaría genial, sobretodo cuando vuestros putos trapos sucios se aireen, a ver si seguís pensando que aquí la culpa la tengo yo. Os recuerdo que de todos los que eramos en el grupo, ya solo quedais dos, y porque no tenéis con quien iros ni donde caeros muertas, habéis jodido tanto a los demás que por muy "guays" que os creais yendo a cube, no llegais a ningún lado.
Vuelvo a repetir: cuando sea y donde sea, dos contra una, a ver quien es la mas hija de puta.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Hambre.

Me dicen que me calme, que cierre los ojos y respire lentamente. Tengo que tranquilizarme, pero no puedo. El grito ahogado de mi hermana aún retumba en mis oídos.
-Yo... Yo no... Quise hacerlo...- susurro entrecortadamente.
El frío metal de las esposas del policía besa mis muñecas y me recuerda al filo del cuchillo entre las costillas de mi hermana. Aún tengo en mente lo fácil que fue traspasar su cuerpo, como si estuviese partiendo un trozo de mantequilla para las tostadas del desayuno. La calidez de su sangre en mi boca me hace sonreír y decir:
-Solo tenía hambre.
El policía me mira asqueado y me mete en la parte de atrás del coche patrulla, la cual tiene los cristales de la ventanilla tintados y mi único entretenimiento es chupar los restos  de coágulos de mis brazos.
-"Una pena que me hubiesen pillado antes de poder comérmela"- pienso con rabia.
Si para algo había matado a mi hermana era para luego comerla, no para que la enterrasen y los gusanos me quitasen mi alimento.
Todo el plan, cada planificación al milímetro que había hecho, las horas y horas delante del ordenador aprendiendo a acuchillar en zonas poco importantes para poder ir comiendo mientras ella siguiese viva... Todo a la mierda por culpa de que la muy gilipollas tenía una llamada por Skype con su novio activa y él aviso a la policía.
En cuanto le vea pienso describirle como la agarré por el pelo, la tiré al suelo, le clavé el arma blanca y lamí el filo bajo su horrorizada mirada... Pienso decirle cada mínimo detalle y, después de ello, le pediré que se acerque a mi porque... Voy a tener hambre.