sábado, 27 de diciembre de 2014

Todo y nada.

¿Puede ser que la. vida nos parezca simple cuando somos felices? Por lo menos mas que cuando estamos tristes. Te levantas y sientes que tienes un motivo para sonreir, para querer seguir despertándote día a día, notas algo, una especie de opresión en el pecho que no se va, pero tampoco deseas que lo haga. Con un simple pensamiento el corazón te llega a mil por hora y , lo intentas disimular, pero no puedes evitar que una sonrisa tonta asome en tu rostro, normalmente teñido por las ojeras de las noches en vela y las numerosas pesadillas que te atormentan en la noche. Pero tienes ese motivo para olvidar eso, lo bueno sustituye a todo lo malo, las cosas que te preocupan quedan en segundo plano y , lo que juraste no volver a hacer, acabas haciendolo de nuevo. Si eso te hace feliz, ¿por qué no dejar los rompederos de cabeza? Es algo dificil, pero no imposible. Sobretodo, cuando consigues volver a sonreir mas de la mitad del día.

lunes, 22 de diciembre de 2014

Sincera

Me hace mucha gracia que después de siete meses, sea ahora cuando preguntas por qué estoy enfadada y que no entiendes mis motivos. Tuviste muchas oportunidades para, no se, intentar demostrarme que te importaba como amiga, pero no aprovechaste ni una.
Nunca confié en nadie tanto como en ti y en tan poco tiempo, quizás porque llegaste cuando tuve una muy mala racha o, simplemente, porque te supiste hacer valer, pero la cosa es, que en menos de dos meses, eras mi mayor apoyo. Estarás acostumbrado a tener miles de amigas que van lamiéndote el culo por ahí, pero sabes que yo hicieses lo que hicieses, te ayudaba y cuando algo no me parecía bien, te lo decía. Antes de las navidades, nos sentábamos juntos en todas las clases y, sin pensarlo siquiera, te convertiste en mi mejor amigo.
Abrazabas cuando hacia falta, secabas las lágrimas de mi cara y siempre conseguías hacerme sonreír... ¿Sabes dónde estuvo el problema? Tu fuiste el problema en sí. Me ilusionaste, me dijiste que me querías y que solo yo te importaba. Sabías de sobra lo poco que confiaba en los tíos y lo mal que lo habia pasado y aún asi, a pesar de todo lo que eras para mí, decidiste que formaría parte de tu coleccion de "logros".
¿Cuántas te perdoné? ¿Cuántas te pasé sin decirte nada? Me parece a mi que demasiadas... Si no me querías, la primera vez que me dejaste podrías habermelo dicho bien claro y no andar ahora te dejo, ahora vuelvo... Asi mil veces, como hacías. Llegó un momento que pasaste olímpicamente de mí y pensaba que era culpa mía, que yo te estaba haciendo infeliz y que tenía que cambiar. ¿Cómo pude ser tan gilipollas? En serio que creía que todo era mi culpa y, por mas que me lo advirtieron, no hice caso a nadie de que eras nocivo para mí.
No te puedes imaginar lo que llegué a llorar o a hacerme por ti, me jodiste todo el verano pero no te culpaba... Quizás cuando me di cuenta ya era demasiado tarde para arreglar las cosas, porque desde hacía meses nuestra amistad ya no existía. No quiero marear mas el tema, ni yo soy nada para ti ni tu eres nadie para mi.
Pero lo que me jode es que ahora andes metiendo mierda, si no te importo, ¿tanto te cuesta dejarme en paz sin tocar los cojones? Porque ya estoy harta que vayas poniéndome de puta para arriba cuando tu eres el Don Juan, y no me digas que no, sabes de sobra que tengo razón. No creo que te cueste tanto dejarme de una maldita vez en paz, que no te metas mas en mi vida, en lo que hago o con quién esté porque ya no tienes ese derecho, lo perdiste en el mismo momento que mientras yo sangraba, tu me contabas que habías empezado a salir con una.
¿Sabes lo mas gracioso? Que después de leer esto (si lo lees) seguirás sin entender por qué estoy tan enfadada, porque en eso consiste ti vida, en hacer cosas y luego manipularlas para que la culpa sea de otra persona. Reflexiona sobre esto: ¿Era la Sara del año pasado la que te gustaba porque sí, o era porque esa Sara te follaba y la de ahora no? Piénsate eso, y date cuenta del tipo de persona que eres. Eso si, mi amistad ya no la vas a recuperar.

lunes, 8 de diciembre de 2014

Excusas

Las cosas no son como tu piensas, al principio vives ilusionada, deseando todo lo mejor, eres positiva, optimista... Sabes que todo va a salir bien, que va a ser un gran día y que nada ni nadie va a poder joderlo.
Te duermes pensando eso, que te vas a despertar y en pocas horas ser infinita, porque de eso se trata, de sentirnos infinitos junto a otras personas. Pero oye, que todo se tuerce, nada sale como tendría que ser, siempre hay baches, grietas, endiduras que impiden avanzar.
Que lo que se supone que será una sonrisa acaba siendo un enfado, que tienes que morderte la lengua para no estallar, tus ojos pican y escuecen de aguantar las lágrimas. Y todo por excusas.
Ah, las excusas, que buena salida son para los problemas, pero que mal nos sientan cuando nos las dan. No se que es peor, si una verdad dolorosa o una excusa pillada incluso antes de que te la cuenten entera. Se supone que si no quieres algo, lo dices y no te andas con mentiras, pero eso solo lo piensas cuando a la que están engañando es a ti porque, cuando es al revés, no tienes problema en resguardarte en argucias.
Al final todo se resume a lo mismo: Creer que algo está mal cuando nos lo hacen, pero a la hora de salir de un problema o compromiso, no tenemos problema en jugar sucio.

domingo, 7 de diciembre de 2014

Ruinas en construcción

Si algo he aprendido de los quince años que llevo aquí, es que cada cosa mala tiene su parte buena, que después de cada mala racha llega algo que te llena, te hace sentir bien y parte de algo.
Todos tenemos formas de desconectar de mundo, de entrar en trance y dejar que las horas pasen sin ser conscientes de ello; lo hacemos inconscientemente, como forma de evadirnos de la realidad y dejar de sufrir pero, cuando volvemos a recordar como es el mundo que nos rodea, el dolor vuelve con el doble de fuerza.
Piensas que nada volverá a ser como antes, cuentas los días, los meses... Las fechas se te quedan grabadas a fuego en tu mente. Y haces un mes, dos, tres... Las estaciones van pasando y no quieres que el tiempo siga su curso porque sabes que cuanto mas pase, mas lejos estás de esa ``última vez que...´´ Nada volverá, y te acaba dejando de importar todo, aunque llores con sonrisas delante de la gente.
Pierdes las oportunidades, la vida y el amor se te escapa entre las yemas de los dedos, como si de agua se tratase, y no puedes agarrar ni si quiera un poquito, algo que te haga sonreír, no puedes porque ya lo has perdido todo.
O eso creías, porque en la vida nunca se sabe, las oportunidades vuelven, ese líquido se convierte en solido, solido como vuelve a ser todo. Empiezas a despertar, a salir de ese ``trance´´ y todo es distinto, te das cuenta de que si que tienes amigos y amigas, que te apoyan, te enteras de que la gente te quiere, aún cuando te comportas como una suicida, te desperezas, después de tantos meses durmiendo en otro mundo y vuelves a sonreír. Reír es placentero, y a la mas mínima lo haces, te hace sentir bien, tan bien como mirar a quienes quieres y pensar ``les importo, los traté fatal pero les importo´´ y así, poco a poco, es como todo se reconstruye.