sábado, 27 de septiembre de 2014

Elección

Llega un momento en la vida en el que tienes que elegir. Elegir si vas a hacer una cosa u otra, y escojas lo que escojas, siempre vas a estar jodiendo a alguien. Quizás pienso demasiado en los demás y muy poco en mi, pero me cuesta hacer daño solo por yo estar bien o feliz. Es una putada eso de tirarte días y días rayada por algo que, al final, vas a hacer lo que desde el principio tenías pensado.
Entonces eliges, coges y te decantas por una opción y rezas, si, rezas a grito pelado para que no salga mal, para que lo que has echo sea lo que en verdad te va a hacer feliz. Te pasas horas y horas sonriendo como una boba y, parece que todo está arreglado, que se acabó estar mal, y eso puede que, con el tiempo, sea cierto.
Y los recuerdos vuelven, poco a poco vas encontrando en tu memoria cosas que parecías que las habías perdido para siempre. Hay una diferencia. Te gusta. Recuerdas. Sonríes. No lloras. Te acuerdas de los detalles. Sonríes mas. Y entonces si, ahí es cuando te das cuenta de que eres infinita.

jueves, 18 de septiembre de 2014

Mi amiga, pero...

Te quiero, ¿lo sabes? o bueno, por lo menos antes te quería. Eras no se, esa personita a la que le contaba todo y con la que no paraba de hacer locuras porque estábamos como verdaderas cabras. Te sigo queriendo pero aún te guardo rencor. En el pasado han ocurrido ciertas cosas que hicieron que nos separásemos durante unos meses, pero al final todo se ``arregló´´. Si, lo pongo entre comillas porque aunque todo vuelva a estar normal, yo ya no me siento a gusto contándote quién me gusta o lo que hago con los tíos. Es miedo, miedo a que me la vuelvas a armar, que te metas otra vez donde no te llamen y me hagas tantísimo daño de nuevo.
Puede que ya hayas aprendido la lección, pero yo también, y unos nueve meses después descubrí cosas que no me han gustado nada de nada. Eso es lo que ha echo que vuelva a estar esquiva y distante contigo, porque jugaste en dos papeles, con una persona decías una cosa sobre mí y con los demás decías otras... Y eso duele, ¿sabes? Porque yo te perdoné, hice todo lo que pude por olvidarme de lo que pasó y volver a estar contigo y ahora me entero de que me apuñalabas por la espalda...
Seguimos siendo amigas, porque lo somos y espero que las cosas sigan así, pero siento decirte que al igual que tu no me cuentas nada de tu vida, yo voy a empezar a hacer lo mismo. Todo lo que me pase no creo que te enteres de ello. Y al final seremos eso, conocidas que quedan cada vez que pueden pero que, en realidad, no saben nada la una de la otra.
Es cruel y duele, lo entiendo, pero ya no me siento a gusto contándotelo todo y sabiendo que puedes jugar sucio otra vez más, me prometí a mi misma que no te iba a dejar que repitieses hazaña y eso es lo único que tengo en mente cuando te veo. Vuelvo a decir que voy a seguir bromeando contigo, quedando contigo, haciendo locuras contigo... Todo va a estar normal excepto por el pequeño detalle de que no volverás a saber mas cosas de las que se cuenten por ahí sobre mí.