sábado, 28 de junio de 2014

Arrepentimiento

Te di todo, incluso hasta lo que no tenía, como las ganas de volver a sufrir por amor. Quizá era de lo que menos ganas tenía y, sin embargo, deje de lado mis preferencias por ti, todo de lado por ti, ¿me pasé de optimista? Si, claramente fui demasiado enamoradiza y muy poco realista. Ya me habia pasado una vez y creí que dar una segunda oportunidad contigo tendría como resultado algo bueno, positivo, algo por lo que levantarme todos los días del resto de mi vida con una sonrisa pero, cuando yo no sabía nada y estaba viviendo ciega a tu lado, me apuñalaste por la espalda.
Quizás estoy usando un comparativo poco correcto porque una puñalada duele menos que lo que me hiciste. Me explico, cuando apuñalas a alguien el dolor es instantáneo y con medicinas y pocos días se te pasa, sin embargo, lo que me pasó se tarda en asimilar y, cuando mas o menos lo haces, el dolor es insoportable y dura muchisimo tiempo, sin mitigarse nada, clavándose cada vez mas adentro de ti... Sin cura, sin nada que hacer excepto dejar pasar el tiempo, sufriendo, rezando por dejar de amar, gritando, llorando... La solución no es lo que todos hacemos pero, inconscientemente, todos acabamos haciéndolo.

martes, 24 de junio de 2014

Solución

Quizá halla que poner algo de nuestra parte para conseguir lo que en realidad queremos. Dejarnos de tonterías y timideces porque sabes exactamente lo que quieres y es una gilipollez mentir sobre ello por vergüenza. Lo sueltas y sonríes. Vale que te puedas sonrojar o que te de palo pero... Ver una sonrisa en esa persona cuando le dices lo que justo estaba pensando hace que todos tus miedos se evaporen y la esperanza los sustituya.
Y luego ocurre, no sabes como has llegado a ese punto ni si has echo bien pero cuando te quieres dar cuenta estas en pleno éxtasis de felicidad, sintiéndote infinita, recordando todas y cada una de las sensaciones que ya has vivido con anterioridad y, con solo ese recuerdo, tu piel se eriza y tu te sientes mas tu, dejas de actuar por complacer a la gente, ahí es cuando eres mas tu misma y menos una actriz.
Que si, es dificil mostrar nuestra parte cariñosa a la gente pero, cuando encontramos a alguien que merece la pena, nos sale solo. Cada vez que lo ves tus pupilas se dilatan, te muerdes el labio y una sonrisa boba aparece en tu rostro.
Y así poco a poco esa persona se va ganando un huequito en tu corazón, pasito a pasito te vas olvidando de todo lo malo y solo piensar en verle y decirle algún chiste que oiste tan solo por verle sonreir, porque dices que no, pero sabes de sobra que esa sonrisa enamora y de echo ya lo ha hecho. Cuando te das cuenta solo quieres dormir para soñar con él y levantarte para verle, el resto del mundo deja de tener importancia y solo piensas en sentir sus labios sobre los tuyos. ESTÁS PERDIDA.
Cuando sientes eso estás perdida y bien bien jodida. Solo vas a sufrir una y otra y otra vez y es cuando la almohada empieza a ser tu compañera: Te escucha, siente tus lágrimas sobre ella, recibe miles de golpes conducidor por la rabia, la ira y la frustración. Lo dicho, perdida, destrozada, utilizada... Así es como siempre se acaba, intentas dar una segunda e incluso tercera oportunidad y cada vez te destrozan mas...
Es entonces cuando te das cuenta que se está mejor sola, sin dolor, en tu mundo, sin amor, cuando descubres la felicidad de odiar las relacciones y eso, al fin y al cabo, es la solución.

viernes, 6 de junio de 2014

Cobarde

Hay veces en las que el dolor te destroza demasiado, veces en las que todo a tu alrededor ocurre como en una película en blanco y negro y a cámara lenta. No parece que sea tu vida y entonces es cuando haces esas cosas. Cosas que solo te siguen haciendo daño como beber y beber hasta que acabas por los suelos sin poder llegar a tu puto baño a vomitar o cosas como fumar de tal forma que se te dilatan las pupilas y te ríes hasta de tu propio dolor. Incluso llega un momento que la pared ya tiene la forma de tu mano, de tantos puñetazos conducidos por la ira que le metes. O marcas en tu mano, unas rojas y finas que quedan después da haberte puesto una cuchilla y haber arrastrado al imaginarte lo que ahora esa persona que lo es todo para ti puede estar haciendo y todo lo que has perdido...
Y luego llegas a clase y cuando te las ve solo se enfada y eso hace que quieras volver a hacer salir tu propia sangre, te deja de hablar y tu estás como un jodido zombie aguantando con todas tus fuerzas esas putas lágrimas que en cuanto acabe la clase y te vayas corriendo al baño van a salir como una enorme cascada de sentimientos. Le pegas a la pared de nuevo y te hundes un nudillo. Te duele pero la verdad es que ya te la suda por completo el daño que puedes hacerte y entonces el suicidio pasa por tu cabeza... Y sales del trance. Te acojonas por completo y no entiendes como hace un instante tenías la piel ardiendo, las pupilas dilatadas, los ojos llorosos y pensabas que cortarse las venas no sería doloroso.
¿Por qué no hacerlo? Un poco de dolor a cambio de la calma eterna... Una decisión tentadora... Pero si no tienes ni los putos ovarios de decirle que aún le quieres no vas a poder suicidarte, te asusta demasiado, estás aterrada cuando tienes el cuchillo contra la mano con su filo frío acariciando las venas. Demasiado para una cobarde, demasiado... Demasiado miedo a que aún muerta él se siga enfadando contigo por haber puesto fin al sufrimiento.